Descripción
Mi elefante propio nos invita a mirar nuestros pensamientos y, de ser necesario, sacarlos a pasear. -Mauro Zoladz
¿Tiene una forma especial lo que pensamos? ¿Habita en nosotros como un invitado, como una compañía, una mascota enorme y sorprendente? La protagonista de “Mi elefante propio” tiene -por supuesto- un elefante. Que es todo suyo. Este elefante tiene orejas, trompa, colmillos blancos y todo lo que tiene que tener. Que no es poco. Lo importante acá es que éste no es un elefante cualquiera. Se llama Pensamiento y está en su cabeza. A partir de un deseo que no se puede cumplir (porque “el bollo no está para hornos”) Pensamiento se pone triste. Y resulta muy difícil no darse cuenta cuando un Pensamiento está triste. Así que la niña decide hacer algunas cosas para animarlo. Prueba, prueba y prueba... hasta que, en un Suspiro, encuentra -con ayuda del elefante- la solución. Una bellísima historia sobre el deseo, la búsqueda de la alegría y cómo la poderosa imaginación se mezcla con la realidad.
Editorial Periplo