Descripción
Los mejores comienzos de los libros exigen una interrupción.
Uno va leyendo, y cuando termina el primer párrafo, levanta la cabeza y piensa: ¿cómo puede ser esto tan perfecto? No importa cuántas novelas o cuentos se hayan leído, el asombro ante la perfección de un gran comienzo se renueva con el hallazgo de un pequeño milagro en cinco, seis o siete renglones. Los finales en cambio deparan otros placeres. Es el momento donde una historia se cierra o un misterio se devela. Y demasiadas veces es, además, una mezcla defelicidad y zozobra. Porque lo que sigue es una página en blanco, y el libro que queríamos terminar y no queríamos que terminara, ha terminado. Pero sobre todo es el instante donde un mundo de imaginación se completa, y donde sellamos un pacto con una historia y una escritura que sabemos nos acompañará para siempre.
En este libro, Pablo Bernasconi ha tomado los finales de 59 textos memorables y ha pasado a la imagen esa sensación de compañía eterna que generan las obras maestras. El asombro pauta estas páginas, ya no el de las palabras, sino el del trazo, el color, la forma. Se dirá que Bernasconi ilustra los finales. Pues si y no. Hace eso, inevitablemente, y también hace un homenaje al texto entero, a los autores y a ese placer tan íntimo y tan universal que es la lectura.
Editorial Edhasa