Descripción
Aquel verano, cuando terminaron de construir la escuela Frederick Douglass, el edificio comenzó a hacerse muchas preguntas: ¿Cuál será mi destino? ¿Quién vivirá entre mis paredes? ¿Para qué me utilizarán? A través de sus conversaciones con el conserje y tras observar y escuchar a los niños que pronto empezaron a entrar por sus puertas, descubrió los sentimientos que infundía en los más pequeños: ilusión, terror, diversión… Gracias a ese hervidero de vivencias y relaciones que sintió entre sus cuatro paredes hoy ha aprendido grandes lecciones y reafirmado su verdadera identidad. El espacio, bautizado con el nombre de un ilustre luchador contra las desigualdades, abre cada día con la misma ilusión de entonces, y el conocimiento de su historia ayuda a nuevos alumnos de todos los colegios del mundo a comprender las miles de cosas irrepetibles que pueden vivirse en su interior.
Editorial Oceano